martes, 31 de octubre de 2017
lunes, 30 de octubre de 2017
LA POESIA
-¿Y qué es la poesía?
-La poesía, hijo mío, es
una mariposa de bellos colores
y alegre volar
que un niño
meditando observa
mientras con sus manos su cara sostiene
pensando en la nada.
La poesía, hijo mío, es
contemplar el vuelo
de aquel gorrioncillo que aletea fino
sobre el chagüite
que ha sido regado
por un buen invierno y el sol
tropical.
-¿Y qué es la poesía?
-Hijo mío, la poesía es
aquella mujer que te trajo al mundo
para verte un hombre con temor de Dios.
La poesía, hijo mío, es
no tocar lo ajeno
y ganar la vida con tesón y honor,
para que algún día,
tu padre y tu madre
felices te den una bendición.
Hijo mío, la poesía es
hacer el bien sin mirar a quién;
del bien gozar y nunca del mal;
y amar a Dios con el corazón.
NG. octubre del 2,009
jueves, 26 de octubre de 2017
INCONFESABLE
La fragancia de tu
lacio cabello a vuelo libre lleva la brisa
y la empuja hasta donde
se encuentra conmigo.
Se produce el abrazo
entre el mar y el sol,
y, en el horizonte, de
mi pena se consuma el consuelo.
Sólo así se calman las
ansias de mi estro encendido.
No hay otro modo de
apagar la sed de este potro,
no existe manera de
acallarle el relincho;
es la única forma de
dejarlo quedo.
Deja volar tu
imaginación
y tus emociones vean
cómo te poseo
en medio de la nada.
Llena mi todo solo
respirar
el olor de tu natural
aureola.
Al fundirte conmigo
la felicidad toma
cuerpo tangible.
Las lujuriosas palabras
que de mi boca salen,
perdona si te fueren
hirientes;
discúlpame por ser
insinuante,
pero es que eres la
tentación hecha carne...
NG. Febrero del 2,010
sábado, 14 de octubre de 2017
CANTO TROPICAL
“A cada día su afán”, dijo el Maestro.
“A cada día su canto matinal”, dice el poeta.
A cada día dan la bienvenida:
el cenzontle con su verde canto;
el pijul con su “juli, juli”;
la paloma con su “tuy, tu, tuy”, y su “arrú, arrú”;
la oropéndola con su arpegio desgajado,
pendiendo de su saco allá en la copa silvestre colgado;
el gallo colorado con su cantar cronometrado;
el sargentillo de gorjeo fino;
la viuda silbando abandonada;
el güis con su “fli, fli” desorientado;
la gongolona zumbando “ronca, ronca”
en los rincones oscuros de los montes;
el guás, clamando en ramas secas
por más lluvias;
El gavilán, silbando agudo cuando espera
uno… dos… tres, el descuido de la presa inadvertida;
la bandada verde de chocoyos
en vuelos festinados;
las lapas de verdes chaquetas y rojos sombreros,
alborozadas entre los múltiples brazos de los arboles;
las verdiamarillas loras enfiestadas sobre el naranjal
que con esperanza el campesino ha cultivado;
el simbólico tucán
con su vuelo bullicioso y tropical;
y el zanate tornasol y bullanguero
con su graznido de perro garroteado.
Todos los animales de hábitos diurnos,
bailan, cantan, revolotean y pillan
al nacer un nuevo sol de oros encendidos
en cada día que ha venido.
¡Ah!, pero también los animales de la noche
se suben asidos entre sí de sus manos al coche,
en ese carruaje de tropicales alegrías;
y, aunque les estorbe la luz en sus pupilas,
danza la pororoca que todo lo alborota;
salta la comadreja por donde menos se espera,
chillan las ratas huyendo de las gatas;
maúlla el búho como el gato garabato;
pipiriciego el murciélago,
tropieza y tropieza, va y viene, y atrás no queda;
y la lechuza, con sus anteojos bien puestos,
despide a la luna y da la bienvenida a la aurora cada día.
Y, así, congregados todos y todas a la orilla de un torrente cristalino,
inician y terminan cantándole a la albura.
Y ve El Creador que ha sido bueno
que agua, sol y frutas de vivos
colores, con las que los ánimos renueva,
cada día y cada noche llueva.
cada día y cada noche llueva.
LA VIDA, EL TEDIO, LA POBREZA Y VOS.
Escribiré
sobre lo liviano, esta vez:
El
aire, la luz, la esperanza y yo.
También
lo haré sobre aquello que se me hace pesado:
La
vida, el tedio, la pobreza, y vos.
El aire
me da vida y lo llevo conmigo como a mí mismo;
La luz de
mis faros café, me guía y me evita tropezar;
La
esperanza, para vivir mañana un nuevo día;
Y yo,
que llevo el aire; veo la luz; y aun abrigo la esperanza.
La Vida,
que me abandonará sin que pueda saber cuándo;
El
tedio, fardo que llevo a cuesta y oscurece mi existencia con los golpes de su mazo;
La
pobreza, maldición que se encarnó en mí estado de ánimo;
Y vos, a quien, aunque no estés conmigo, estoy a plena voluntad atado.
NG. abril del 2017
MANIFESTACIÓN DE FE
Muy temprano me
levanto
y me cubre la neblina
mientras mi alma se
encamina
hacia el cielo con su
canto
dedicado a Dios
Santo.
De la fresca
pluvioselva,
cual Moisés, espero
vuelva
esa voz, que es brisa
y trueno,
de El Señor, el siempre
bueno,
y mis clamores resuelva.
Como cada amanecer,
Como cada amanecer,
al concierto del “can
can”
del lorito y el
tucán,
empiézame a crecer
la fe en ti, divino
ser.
Por eso, antes de dar
sal
a la vaca, y no ir
mal,
levantado del tapezco
mi contacto yo
establezco
en la aurora matinal.
NG. Octubre del 2002
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