INCONFESABLE
La fragancia de tu
lacio cabello a vuelo libre lleva la brisa
y la empuja hasta donde
se encuentra conmigo.
Se produce el abrazo
entre el mar y el sol,
y, en el horizonte, de
mi pena se consuma el consuelo.
Sólo así se calman las
ansias de mi estro encendido.
No hay otro modo de
apagar la sed de este potro,
no existe manera de
acallarle el relincho;
es la única forma de
dejarlo quedo.
Deja volar tu
imaginación
y tus emociones vean
cómo te poseo
en medio de la nada.
Llena mi todo solo
respirar
el olor de tu natural
aureola.
Al fundirte conmigo
la felicidad toma
cuerpo tangible.
Las lujuriosas palabras
que de mi boca salen,
perdona si te fueren
hirientes;
discúlpame por ser
insinuante,
pero es que eres la
tentación hecha carne...
NG. Febrero del 2,010
No hay comentarios:
Publicar un comentario